Cementerio La Almudena convertido en Patrimonio Cultural de
la Nación.
Proponen crear el "panteón cusqueño"
El Cusco merecia tener un ´Panteón Cusqueño´, al igual que el Panteón Romano...
Julio
Gutiérrez Samanez, presidente del Instituto Americano de Arte del
Cusco, sostiene que “(...) el Cusco como ciudad histórica y capital de
una de las más antiguas civilizaciones del mundo, se merece tener un
‘Panteón Cusqueño’ donde reposen los restos de sus hijos más insignes,
al igual que el‘Panteón Romano’ donde están enterrados Rafael Sanzio,
D’Annunzio, entre otros destacados y brillantes artistas italianos(…)".
Además “ (…)el lugar donde podría instalarse ese ‘Panteón Cusqueño’,
podría ser en los dos grandes ambientes donde antes se ubicaban los
velatorios y que ahora están abandonados, a la entrada del cementerio,
allí en forma de ‘columbarios’, es decir pequeños nichos donde se
instalarían urnas cinerarias para colocar los restos mortales de decenas
de ilustres cusqueños y cusqueñistas a manera de un museo (...)”,
acotó.
Un recorrido por el cementerio cusqueño que
guarda en sus mausoleos cultura, tradición y ficción. Recorrerlo es un volver por 160 años de
tiempo enterrado...
Uno de los cementerios más emblemáticos y representativos del Perú, quizá sea el Cementerio de La Almudena del Cusco,
cuya construcción se inició en 1846, cuando la ciudad era una pequeña
urbe que no llegaba a 30 mil habitantes; la historia cuenta que se
erigió sobre otro de origen colonial español. Este camposanto
cusqueño reúne tradición y cultura, pues allí descansan los restos
mortales de presidentes, intelectuales, científicos, literatos, médicos,
abogados, alcaldes y dirigentes políticos y sindicales de todas las
tendencias ideológicas y políticas quienes reposan en silenciosa
convivencia.
El mausoleo de
los hacendados Romanville es el más imponente. Una incomparable construcción de
mármol italiano. Los Romanville fueron hacendados, dueños de grandes
extensiones de tierras en varias provincias. Su imperio empezó a caer con el
levantamiento del ex guerrillero Hugo Blanco Galdós en Chaupimayo-La Convención,
allá por los años sesenta. Su prominencia quedó sepultada con la reforma
agraria de la dictadura de Juan Velasco Alvarado, en 1969.
En la colonia, los muertos se enterraban debajo de los templos
Con
el inicio del siglo XIX y en consonancia con la inauguración del
Cementerio Presbítero Maestro, en Lima, en 1808, por el Virrey Abascal;
en el Cusco, se inició las labores de la construcción de un cementerio
que resolviera el grave problema de salubridad que significaba el
entierro de los vecinos debajo de los templos y hasta conventos y fue
durante el gobierno del presidente Ramón Castilla quien dispuso la
construcción del Primer Cementerio Público de la ciudad que se inició en
el año de 1846, siendo Prefecto el general José Medina.
Cementerio se construyó con restos de templo destruido a cañonazos
El
Cementerio Republicano del Almudena, ubicado en el distrito de
Santiago, a solo kilómetro y medio de la Plaza Mayor del Cusco, a
mediados del siglo XIX estaba prácticamente en los extramuros de la
Capital Histórica del Perú construyéndose sobre un cementerio de origen
colonial en una zona colindante con el antiguo Hospital de los
Betlemitas y el Templo de Almudena del cual lleva su nombre.
A
esto se suma, que el frontis del Cementerio de la Almudena, fue
edificado con partes del templo y convento de San Agustín, el cual fue
cañoneado por órdenes de Agustín Gamarra, a pocos años de la
independencia de España. Muchos aseguran que en ese frontis se fusiló a
muchas personas, pues quedan huellas de bala que dan fe que fue
utilizado como paredón de fusilamiento.
Cementerio La Almudena alberga restos de ilustres cusqueños
En
el Cementerio de la Almudena del Cusco, descansan en pabellones,
mausoleos y tumbas particulares personalidades de diversas tendencias
sociales y políticas como Serapio Calderón, que fue presidente de la
República; médicos como Antonio Lorena; matemáticos, como Eusebio
Corazao; alcaldes como Daniel Estrada Pérez; líderes sindicales de
izquierda, como Julio Gutiérrez Loayza, Rafael Tupayachi, Saturnino
Huillca, Simón Herrera, Emiliano Huamantica y Roberto Rojas y también
apristas como Santiago Guillén Covarrubias.
También están
enterrados en La Almudena, literatos como Clorinda Matto de Turner.
Humberto Vidal Unda en una cripta, la única
del camposanto. Ahí descansan los restos el promotor del “Día del Cusco”. Historiador, filósofo y escritor. Su fama traspasó las
fronteras de Cusco y el Perú. Vidal Unda
murió a los 72 años, 35 años después de haber borrado la celebración de la
fundación española e instaurado el 24 de junio como el “Día del Cusco”. Corría
marzo de 1944. Sobre la cripta yace una piedra inca.
Según cuentan los
antiguos cusqueños fue llevada desde el Koricancha como una ofrenda al
precursor de la celebración imperial. Al fondo, a unos 15 metros de distancia,
reposan en un humilde mausoleo los restos de su madre, Josefa García Ochoa.
y Uriel García; el fotógrafo Martín Chambi; el
científico Oswaldo Baca; la primera abogada del Perú, María Trinidad
Enríquez Ladrón de Guevara; el músico Roberto Ojeda Campana; el artista
Mariano Fuentes Lira; el periodista Abel Ramos Perea; los arqueólogos
Manuel Chávez Ballón y Luis Barreda Murillo junto a héroes de la
independencia de España, como Cosme Pacheco. Es decir, toda una miríada
de pronombres y celebridades del Cusco.
Sin embargo, otro es el panorama del escultor Natalicio Delgado , quien realizó como una de sus grandes obras maestras El Niño de la Merced , y cuyos restos se hallan en la fosa común. Un vigilante de la necrópolis, comenta que hay un
mausoleo sin nombre en el que acuden por las noches muchos jóvenes de
negro para realizar oraciones, cantos y cultos satánicos. Fte: Diario el Comercio.
Administración fue transferida por Mimdes en el 2011 a la municipalidad
Personajes curiosos
En un rincón
de la parte histórica de La Almudena descansa un curioso personaje. Se trata del
norteamericano Kodney Collín Smith. Kodney murió durante la construcción de la
Catedral de Cusco al caer de lo alto cuando colocaban la cúpula del templo. Era
abril de 1909. Es el único extranjero enterrado en el Cusco y quizás en el
país. A su costado hay otro mausoleo de un varón NN.
De primera
impresión, uno diría que no sirve para nada, ya que está clausurada. En honor a
la verdad no sé sabe a quién o quiénes perteneció. Pero muchos lo usaban para rituales
de hechicería. Todavía se ven rastros de velas negras a medio extinguir.
Fte: José Víctor Salcedo Blog
Fotos: JAEF
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